¿Cuál es el medicamento más seguro para el colesterol?

Revisada médicamente por Karen BergerPharm.D.
Farmacéutica licenciada
Actualizado Feb 12, 2025  •  Publicado Feb 12, 2025
Datos Verificados

Puntos importantes

  • Lipitor (atorvastatina) suele ser el medicamento de primera línea para tratar el colesterol alto, ya que tiene menos efectos secundarios que otras estatinas.

  • Las estatinas son la clase de medicamento preferida para manejar el colesterol alto en personas con riesgo de enfermedad cardiovascular.

  • Medicamentos como Zetia, fibratos, niacina, secuestradores de ácidos biliares o inhibidores de PCSK9 podrían ser mejores opciones para ciertos pacientes.

Los medicamentos para el colesterol, como las estatinas, desempeñan un papel fundamental en la reducción de muertes por enfermedades cardíacas, que actualmente cobran la vida de 1 persona cada 33 segundos en los Estados Unidos. Las estatinas, reconocidas por su capacidad para reducir el colesterol, son tomadas por más de 90 millones de estadounidenses. Su principal función es combatir los niveles peligrosos de colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL), conocido como “colesterol malo”.

“Las estatinas son los medicamentos para el colesterol más recetados porque numerosas investigaciones respaldan su efectividad en la reducción de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares”, explica Renee Akers, Pharm.D., farmacéutica en Asheville, Carolina del Norte. “Las estatinas ayudan a disminuir los niveles de colesterol en la sangre al bloquear la capacidad del cuerpo para producir su propio colesterol”.

Cuando a las personas se les diagnostica colesterol alto, a menudo se preguntan cuál es el medicamento más seguro. Sin embargo, la respuesta no es sencilla. No existe una estatina universalmente segura ni un medicamento para reducir el colesterol que sea adecuado para todos. La mejor opción depende de varios factores, incluidos los efectos secundarios individuales y las interacciones con otros medicamentos. El proceso para encontrar el medicamento adecuado para el colesterol es tan personalizado como el tratamiento de las enfermedades cardíacas.

¿Cuál es el medicamento más seguro para el colesterol?

El Lipitor (atorvastatina) es, por lo general, el medicamento de primera línea utilizado para tratar el colesterol alto, según la Dra. Akers. “Este medicamento es bien tolerado por la mayoría de las personas”, explica Kate Byrd, Pharm.D., exfarmacéutica comunitaria de Long Drugs. Además, décadas de investigaciones respaldan su seguridad y efectividad a largo plazo, consolidando su posición como una de las mejores opciones.

En términos generales, las estatinas son la primera clase de medicamentos elegida para manejar el colesterol debido a su sólida eficacia en la reducción del riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Según el informe de 2014 del Grupo de Trabajo sobre Estatinas de la Asociación Nacional de Lípidos, los beneficios de las estatinas están estrechamente relacionados con el riesgo individual de enfermedad cardiovascular. Para quienes tienen un riesgo muy bajo, los efectos adversos pueden superar los beneficios.

“La clave para el uso efectivo de estatinas, así como para reducir los problemas musculares, es mantener las dosis lo más bajas posible y evitar interacciones con otros medicamentos”, señala la Dra. Akers. Es fundamental discutir el enfoque adecuado con un cardiólogo, considerando tus factores de riesgo personales y otras afecciones médicas, para determinar el mejor medicamento para ti.

Tipos comunes de medicamentos para el colesterol

El manejo del colesterol es un aspecto clave para prevenir enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. Los medicamentos que ayudan a mantener los niveles en un intervalo saludable incluyen:

  • Estatinas

  • Fibratos

  • Niacina

  • Secuestradores de ácidos biliares

  • Inhibidores de PCSK9

  • Zetia (ezetimiba)

Por lo general, las estatinas son la opción de primera línea para personas con factores de riesgo de enfermedad cardiovascular debido a su efectividad comprobada para reducir el colesterol LDL (“malo”) y disminuir el riesgo de ataques cardíacos y otros eventos cardiovasculares. Sin embargo, la elección del medicamento depende del historial de salud individual, los posibles efectos secundarios y los problemas específicos relacionados con el colesterol.

Esta no es una lista exhaustiva, y otros medicamentos podrían usarse para tratar el colesterol alto según las necesidades y condiciones de salud de cada persona. Siempre es mejor hablar con tu proveedor de atención médica sobre tu situación específica.

Estatinas

Las estatinas son los medicamentos más comúnmente recetados para el manejo del colesterol. “Actúan ayudando al hígado a reducir la cantidad de colesterol que produce y también facilitan la eliminación del colesterol que ya está en el flujo sanguíneo”, explica Alexander Olumese, Pharm.D., farmacéutico clínico del University of Maryland Medical System en Baltimore, Maryland. “Esto es crucial porque, en situaciones de colesterol alto, se comienza a formar placa (aterosclerosis) en los vasos sanguíneos. El aumento de la placa puede llevar al estrechamiento de las arterias y al bloqueo del flujo sanguíneo”.

Algunas de las estatinas más comunes incluyen Lipitor (atorvastatina), Crestor (rosuvastatina), Zocor (simvastatina), Lescol XL (fluvastatina), Pravachol (pravastatina) y Mevacor (lovastatina), entre otras. Aunque la terapia con estatinas es generalmente segura, puede provocar efectos secundarios que, en algunos casos, llevan a suspender el tratamiento. Según los estudios más recientes, estos efectos adversos pueden incluir, entre otros:

  • dolor, molestias o debilidad muscular;

  • niveles altos de enzimas hepáticas;

  • mayor riesgo de diabetes tipo 2;

  • malestar abdominal general;

  • dolores de cabeza;

  • problemas para dormir.

Es importante mencionar que ciertos medicamentos con estatinas tienen advertencias específicas relacionadas con efectos adversos e interacciones medicamentosas. Por ejemplo, la simvastatina, una de las estatinas más utilizadas, interactúa con el jugo de toronja, lo que aumenta los niveles de simvastatina en el cuerpo y puede intensificar los efectos secundarios. Lo mismo ocurre con la lovastatina. Estas interacciones suelen presentarse con dosis altas de estatinas. Si consumes toronja o jugo de toronja, consulta con tu médico para verificar posibles restricciones.

También existe una advertencia sobre un efecto secundario poco común llamado rabdomiólisis. “A veces, el dolor muscular puede progresar a una descomposición muscular que podría causar insuficiencia renal”, advierte la Dra. Akers. “Es fundamental notificar a tu médico si presentas dolor muscular severo, orina de color marrón oscuro o fiebre mientras tomas una estatina”.

Zetia (ezetimiba)

El Zetia (ezetimiba) es un medicamento no basado en estatinas que se utiliza comúnmente para reducir el colesterol. Funciona disminuyendo la absorción de colesterol en el intestino delgado, lo que reduce los niveles de colesterol LDL. Aunque las estatinas son la base de los tratamientos para reducir el colesterol, muchas personas pueden seguir teniendo niveles altos de LDL a pesar de tomarlas. En estos casos, es común combinar la ezetimiba con estatinas para obtener mejores resultados.

La ezetimiba tiene menos efectos secundarios que otros medicamentos para reducir el colesterol. “La diarrea es el efecto secundario más común, afectando hasta al 10% de las personas que la toman”, señala la Dra. Byrd. Sin embargo, aumentar el consumo de agua y fibra en la dieta puede ayudar a manejar este malestar gastrointestinal.

Fibratos

Los fibratos, como Lopid (gemfibrozil) y Tricor (fenofibrato), son otra clase de medicamentos para reducir el colesterol. Su objetivo principal son los triglicéridos, otro tipo de grasa en la sangre. Los fibratos disminuyen la liberación de triglicéridos por parte del hígado y aumentan la producción de una enzima que los descompone.

“Los fibratos mejoran la capacidad del cuerpo para descomponer y eliminar los triglicéridos del flujo sanguíneo; también aumentan ligeramente los niveles de colesterol ‘bueno’ HDL, algo que las estatinas generalmente no logran”, explica la Dra. Byrd. “Los efectos secundarios de los fibratos pueden incluir dolor abdominal, cálculos biliares y daño muscular, especialmente cuando se toman junto con estatinas. Los dolores musculares (mialgia) son el efecto secundario más frecuente de los fibratos, afectando hasta al 10% de los pacientes”.

Los estudios reportan que los efectos adversos más comunes de los fibratos incluyen alteraciones en los niveles de enzimas hepáticas, función renal alterada y dolores musculares. Sin embargo, los fibratos son generalmente seguros y no requieren monitoreo frecuente, a menos que el paciente sea propenso a alguno de los efectos secundarios conocidos.

Niacina

La niacina, o ácido nicotínico, es una vitamina B que aumenta el colesterol HDL (“bueno”) y reduce los triglicéridos y el colesterol LDL. Sin embargo, a diferencia de las estatinas y los fibratos, sus efectos toman un poco más en manifestarse. La niacina se encuentra naturalmente en muchos alimentos como pescado, carne de res, pollo y pavo. En el cuerpo, la niacina se convierte en nicotinamida adenina dinucleótido (NAD), una molécula esencial para la producción de energía y muchas otras funciones fisiológicas.

La niacina ha sido estudiada tanto como tratamiento independiente como en combinación con estatinas para el manejo del colesterol. Sin embargo, aunque los estudios demuestran su efectividad para controlar los niveles de colesterol, es importante tener en cuenta que los resultados han sido variados, y algunas personas han experimentado efectos adversos como enrojecimiento facial, picazón, aumento de azúcar en la sangre y, en casos raros, daño hepático.

Por esta razón, el American College of Cardiology y la American Heart Association han emitido recomendaciones que favorecen el uso de estatinas sobre terapias no basadas en estatinas, como la niacina, para reducir el riesgo cardiovascular. Esta preferencia se basa principalmente en los beneficios consistentes y significativos que las estatinas han demostrado en ensayos clínicos a gran escala, en contraste con los resultados mixtos y los posibles efectos secundarios asociados con la niacina.

Secuestradores de ácidos biliares

“Los secuestradores de ácidos biliares, como Questran (colestiramina), se unen a los ácidos biliares en el sistema digestivo, evitando que sean reabsorbidos en el flujo sanguíneo”, explica la Dra. Byrd. “Estos medicamentos obligan al hígado a usar colesterol para producir nuevos ácidos biliares, lo que reduce los niveles generales de colesterol”.

Si bien los secuestradores de ácidos biliares pueden ayudar a reducir el colesterol LDL, también pueden causar problemas gastrointestinales y reducir la absorción de otros medicamentos. Según la Dra. Byrd, “el estreñimiento, la hinchazón y los gases pueden afectar hasta al 20% de los usuarios”.

Inhibidores de PCSK9

Una opción más reciente son los inhibidores de PCSK9, como Praluent (alirocumab) y Repatha (evolocumab). “Estos medicamentos inyectables bloquean la proteína PCSK9, que elimina los receptores de LDL del hígado”, señala la Dra. Byrd. “Esto resulta en más receptores de LDL disponibles para eliminar el colesterol LDL del flujo sanguíneo”. Generalmente, estos medicamentos se utilizan en pacientes con afecciones genéticas que provocan colesterol alto o en aquellos que no responden a las estatinas.

Sin embargo, como todos los medicamentos, tienen efectos secundarios. Algunos usuarios de inhibidores de PCSK9 pueden experimentar reacciones en el lugar de la inyección, que van desde enrojecimiento leve e hinchazón hasta dolor y picazón. También pueden ocurrir efectos secundarios como fatiga, escalofríos, dolores musculares y de cabeza, aunque estos síntomas suelen resolverse en uno o dos días.

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Notas finales: combina las estatinas con cambios en el estilo de vida

Aunque las estatinas se consideran generalmente los medicamentos para el colesterol más seguros y efectivos, no existe un enfoque único para todos. Elegir el medicamento adecuado implica considerar varios factores:

  • El perfil individual de la salud: la salud general de una persona, incluidas las afecciones preexistentes y el riesgo de una enfermedad cardiovascular, desempeña un papel crucial para determinar el medicamento más adecuado.

  • Los efectos secundarios: es fundamental que los pacientes hablen con sus médicos sobre los posibles efectos secundarios de los diferentes medicamentos y los comparen con sus beneficios.

  • Las modificaciones en el estilo de vida: integrar cambios en el estilo de vida como parte del manejo del colesterol es esencial.

“La mejor manera de reducir el colesterol sin medicamentos es dejar de fumar, hacer ejercicio, seguir una dieta saludable y limitar el consumo de alcohol”, afirma la Dra. Akers. Consultar con un cardiólogo es imprescindible para personalizar un plan que se adapte a las necesidades y riesgos de salud de cada individuo.

Fuentes

Lea este artículo en inglés aquí.

Nota: Las fuentes de este artículo solo están disponibles en inglés.

Revisada médicamente por Karen BergerPharm.D.
Farmacéutica licenciada

Después de obtener un Doctorado en la University of Pittsburgh School of Pharmacy, Karen Berger, Pharm.D. ha trabajado en farmacias comunitarias tanto de cadena como independientes. Actualmente trabaja en una farmacia independiente en Nueva Jersey. La Dra. Berger disfruta ayudar a los pacientes a comprender sus afecciones médicas y medicamentos, tanto en persona como farmacéutica, como en línea en su rol de escritora y revisora médica.

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